jueves, 8 de marzo de 2012

Demuestran que caminar a diario es una manera eficaz de prevenir la diabetes


Fuente: Emol
Sebastián Urbina
Esto es lo que comprobaron investigadores de la Universidad de Missouri, quienes trabajaron con un grupo de 12 voluntarios jóvenes, con peso normal y sanos, a quienes les midieron sus niveles de azúcar en la sangre (glicemia) en varios días que realizaban actividad física y, en otros, en que se mantenían más bien sedentarios.
Monitoreo continuo
Para esto les pusieron monitores que leían en forma continua los niveles de glicemia durante las 24 horas y por varios días. Estos aparatos demostraron que cuando las personas se mantienen activas por más de 30 minutos diarios, aunque coman, logran mantener su azúcar en niveles parejos y normales en la sangre. Por el contrario, al hacer poco ejercicio, después de comer, el azúcar se eleva en un 26%. Y por cada día de inactividad, las alzas de la glicemia aumentan de a poco, con un creciente peligro de enfermarse de diabetes o del corazón.
La razón de esto es que los músculos en reposo no consumen combustible (azúcar), la que termina por elevarse en la sangre. Esto crea las condiciones para enfermarse.
El trabajo se publicó el mes pasado en la revista Medicine & Science in Sports & Exercise.
Lo que llama la atención es que estos vaivenes del azúcar "se producen mucho antes de que podamos ver cambios en el estado físico o en el tejido graso", debido al sedentarismo, dice el doctor Thyfault. Pero la buena noticia, según este investigador, es que la normalidad se recupera apenas se retoma la actividad física.
"El hecho de que el ejercicio controle los niveles de glicemia en los pacientes diabéticos era algo que sabíamos", dice la doctora Carmen Gloria Bezanilla, diabetóloga de Clínica Las Condes. En su opinión, el aporte de este estudio es que "confirma también que el ejercicio es importante para controlar la glicemia en las personas sanas".
"En mi opinión, ser activo a diario sería mejor para mantener controlada el azúcar que realizar ejercicio sólo tres días a la semana", dice a "El Mercurio" el doctor Thyfault.
Según este experto, hay que mantenerse activo aunque sea en pequeñas dosis. "Cuando estoy muy ocupado, me obligo a levantarme y dar unas vueltas por la oficina o hacer algunos ejercicios en el lugar donde me encuentro".
Para la doctora Bezanilla, no hay que olvidar que el ejercicio también tiene otros beneficios, como son mantener normal la presión arterial y los niveles de lípidos en la sangre.

Ejercicio y café producen cambios en el ADN
En un nuevo estudio que demuestra que los genes que se heredan no son algo fijo e inamovible, investigadores del Instituto Karolinska, en Suecia, demostraron que la actividad física produce cambios en el ADN de las personas, despertando a genes que preparan a los músculos para tener mayor actividad y ejercer mayor fuerza.
"Nuestros músculos son verdaderamente plásticos", dice la investigadora Juleen Zierath. Según su trabajo publicado ayer por la revista Cell Metabolism , este efecto en la musculatura de las personas se produce casi de inmediato, a los pocos minutos de empezar a ejercitarse. Pero quizás la mayor sorpresa del estudio es que la cafeína induce cambios similares, por lo que el café de la mañana también ayudaría a preparar al cuerpo para entrar en actividad.
Dar largos paseos a diario, subir y bajar escaleras, sacar a pasear al perro o la actividad que le acomode a cada cual, son formas de ejercitarse que, sin ser extenuantes, pueden marcar la diferencia entre estar sano o enfermo.

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